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SER MADRE.

  • Lizbeth Landin
  • 21 may 2021
  • 3 Min. de lectura

Todas las madres que vienen a mi mente… desde la antigua que por medio del control y el miedo hacían que sus hijos fueran educados y aceptados, hasta algunas de hoy que respetan más la individualidad y se interesan por las vidas de esos pequeños seres que llegan a la vida por su conducto; a todas ellas por su labor interminable de cuidar, enseñar, acompañar, dar afecto y formar personas ( tema que parece fácil, pero que implica conciencia de que se tienen personas, no máquinas, la tarea más difícil y para la que no existía gran método más que la vida misma y cuyo desempeño es el más duramente evaluado) lo único que deseo es recuerden siempre ser felices con su labor de madres, de buscar la forma de sentirnos vivas, de darnos oportunidad de ir creciendo y evolucionando para desempeñar este hermoso papel que se nos ha regalado y poder vivirlo paralelamente con el de mujeres que trabajan, de mujeres de familia, de pareja y en todos los ámbitos se vea reflejada nuestra conciencia de sabernos importantes, bendecidas y por ello dignifiquemos más todas nuestras actividades como mamás….

Dejemos el papel de la “pobrecita inmaculada” para convertirnos en “ la mujer fuerte feliz”, que goza sus condiciones es inteligente y se sabe valiosa, la que se cuida y que se compromete a buscar su propia felicidad y no la que le cobra a los hijos SU SER INFELIZ a costa de la felicidad de ellos; dejemos de cobrar facturas y mejor encarguémonos de hacer una evaluación de lo que necesitamos para vivir una vida con más posibilidades de crecer y de dar ejemplo a nuestros hijos de ir a buscar lo que sea, con tal de ser mejores personas y aportar algo a este mundo, a esta sociedad que necesita que seamos fuertes y decididas…. Las mujeres que han sido madres victoriosas son aquellas que dejan huella y lo lograron por medio del ejemplo, que trabajaron, que sonríen y que dan paz a sus hijos al ver sus ojos llenos de esperanza.

Vivan las madres que dejaron el papel de victimas para tomar un papel de vencedoras de la depresión y de las enfermedades… que vivan las madres que sienten que tienen vida cuando sus hijos las necesitan, pero también cuando ya no las necesitan… que vivan las madres que se saben llenas de sabiduría para compartir y las que dejaron de presionar acosar y condicionar el afecto.

Que vivan las madres que piden ayuda y que se hacen cargo de sus emociones, que expresan verdaderamente lo que quieren…. las madres que se ocupan de hacer cosas diferentes… y que dan vida de muchas maneras… Que viva mi madre que me invito a la vida y de quien tengo enormes regalos heredados, gracias por tu sensibilidad, por tu búsqueda continua de la vanguardia, por tus hermosos valores de los que el más importante es el de la compasión... por tu hermosa forma de compartir y de buscar siempre la unidad, gracias por tu humildad y por enseñarme que lo más valioso de la gente es precisamente lo que no se ve.

Por miles y miles de detalles que me llevan a sentirme la hija más orgullosa de su mamá pues te veo bonita desde que nací buscadora de la belleza con lo que sea… pintando cuadros y paredes, arreglando la casa para sentirte contenta como arreglando artículos del hogar para que funcionaran… siempre ocurrente y gozadora…pero también encargada de situarme y mostrarme mis equivocaciones…. Siempre evaluando que cosa necesita cada uno de tus hijos y viendo la manera de ayudarnos en lo que crees y sientes más importante para nuestro futuro.. Gracias madre por ir mostrando tu valor por donde quiera que pasas y por haberme dado la oportunidad de aprender tantas cosas de ti.

Gracias por todo el tiempo que me dedicas y me dedicaste y gracias por todas tus enseñanzas… porque ahora comprendo que lo más importante son tus INTENCIONES y desde ahí todo queda en paz….

Te debo la vida… te debo mucho de cuanto soy y no tengo más que darte las gracias y la mejor forma es buscar mi felicidad y dedicarme a dar vida por donde quiera que vaya.

Te amo mamá.


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