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"Tolerancia a la Frustración"

  • Lizbeth Landin
  • 2 ago 2021
  • 2 Min. de lectura

La vida es un proceso continuo de aprendizaje, autocontrol y tolerancia a la frustración son habilidades que la personas debemos aprender a desarrollar con el fin de adaptarnos de forma sana al medio ambiente y de esta forma podamos tomar decisiones correctas y asumir nuestras propias responsabilidades.

La Frustración es un estado común en el ser humano, pues es imposible que caminen de forma paralela los deseos y la realidad, por ello es necesario trabajar mecanismos psicológicos para aprender a manejar con inteligencia y cuando no se pueda conseguir lo que se desea, se logre salir fortalecido de la experiencia, en vez de hacerlo con una sensación de frustración o enojo.

Tolerancia significa respetar, soportar algo que nos sucede, y no elegimos, más sin embargo lo tenemos que enfrentar y al hacerlo estamos mostrando parte de nuestra inteligencia.

Cada uno tiene diferente grado de tolerancia a la frustración y esto depende de la historia de aprendizaje previa que como seres humanos cada uno tiene, más la genética de la que provenimos.

Cuando una persona tiene baja tolerancia a la frustración puede mostrarse ansiosa, tener cambios de objetivos frecuentes en su vida, actuar bajo el influjo de procesos internos de justificación, auto engaño, y lo más difícil con lo que se enfrenta, es la sensación de sentirse derrotada, con una desvalorización que le lleve a verse como la víctima de lo que le sucede.

La baja tolerancia a la frustración se acentúa cuando las personas tienen baja autoestima y un pobre desarrollo personal.

Para crecer como personas y avanzar, debemos aprender a aceptar la frustración para

posteriormente cambiar nuestros diálogos internos y poder comprobar que estos fracasos nos ayudan a fortalecernos y a empoderarnos.

Será necesario cambiar nuestras creencias, si en verdad queremos ser felices.

Adriana Leticia Carrasco Landín

Psicoterapeuta Gestalt.



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